¿Qué tan vulnerable somos nosotros los simples mortales? El calentamiento global nos mostrara sus colmillos muy… muy luego, sí porque este fenómeno no se ha detenido y lamentablemente no se detendrá. Los últimos estudios indican que para el 2030 la población mundial se vera mellada en al menos 1.000.000 de personas al año debido al aumento de un 0.7° de temperatura que tendremos en los próximos 20 años y esto sumado a los ya 0.7° que ha subido desde los ochenta provocara una expectante cantidad de anomalías en un mundo ya debilitado por la deforestación, mal uso de nuestras pocas materias primas, catástrofes naturales y las estúpidas guerras que estoy seguro nos seguirán asolando con total descontrol de los grandes países que creen tener el poder de decidir sobre estos sensibles temas.
Consideremos que una guerra nuclear aceleraría en forma exponencial la caída de la especie humana ya alicaída en el siglo XX.
El ciclo vital está disminuyendo segundo a segundo. No por casualidad la NASA se empecina en buscar planetas habitables fuera de nuestro sistema solar, no por casualidad se descubren ciertas bacterias que son capaces de sobrevivir bajo estándares insospechados para nuestras mentes, no por casualidad ya flota en el espacio una estación internacional que funciona con energía solar y que ya va en su segunda etapa de construcción.
Existe una lista de 184 países, los cuales estarán más vulnerables a cambios como: sequías, inundaciones, desertificaciones, salud y problemas generalizados en sus habitad.
¿Qué tan vulnerables somos nosotros, los pobres, los de tercera clase, los tercermundistas? - lamentablemente somos los más transgredidos en todo aspecto, si considerando que los países más azotados por todos estos cambios serán EEUU, Alemania y Japón. Que importa, si ellos tienen las lucas que nosotros no tenemos para contrarrestar y buscar soluciones que costarán muchos billones de dólares, euros o yenes, al final les dará lo mismo lo que pase fuera de sus fronteras, aunque no me equivoco en mencionar que después de auto sobreexplotarse saldrán a buscar el alimento fuera de casa y es hay donde la astucia de los países que lo tengan pero que necesiten de nuevas tecnologías deberán vender su alma al mejor postor, lamentablemente tendrán que negociar con el diablo o este se los comerá a fuerza de bofetadas.
Emrom
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