
Es tiempo de invernar. Los días de lluvia normalmente nos hacen viajar a nuestro interior, casi siempre las grises tardes nos transportan hacia la incertidumbre emocional, nos azota y nos revuelca en sí mismos. Es un ciclo en “baja” que manipula a las personas y estas dudan hasta de sus cimientos vitales, nuestro poder de asociación se desvanece y al igual que los grandes osos en nuestra madriguera interior creemos solucionar los problemas domésticos sin más ayuda que nuestros pensamientos. Solo dejemos en claro que es una etapa y luego de pasadas las bajas temperaturas nuestros problemas ya no serán los mismos, junto con los brotes de los arboles nuestro espíritu de lucha reflota y los problemas que hoy son inmensos mañana no lo serán tanto.
Prendamos un calefactor interno con piloto automático.
Emrom